Si te preguntas cómo limpiar la lengua, en este artículo queremos compartir toda la información posible en ese sentido. Manteniendo nuestra lengua limpia y cuidada, además de cuidar de nuestra salud bucodental, estamos reduciendo las posibilidades de padecer un problema de mal aliento. Te contamos todo a continuación. Hay muchas personas que limpian su lengua sólo usando el mismo cepillo de dientes con el que se cepillan los dientes, pero esa no es la mejor solución, porque además de no limpiar la lengua en profundidad, a menudo genera náuseas. Por eso nos hacemos esta pregunta…

Cómo limpiar la lengua ~ el paso a paso

Hay muchos tipos de limpiadores linguales, dispositivos especialmente indicados para la correcta higiene de la lengua. Recuerda que una lengua sucia, además de poder genera complicaciones a nivel de infecciones, etc., es un más que probable motivo de halitosis o mal aliento. De todos los limpiadores para la lengua que podemos encontrar en el mercado, uno de los más sencillos en su uso y que ofrece mejores resultados es una especie de pequeño de rastrillo que, al pasarlo suavemente sobre la superficie superior de la lengua, va retirando poco a poco todas las impurezas que se van aculando en ésta especialmente durante la noche.

Durante la noche sobre todo, el resultado del metabolismo de las bacterias que se acumulan en la boca crean compuestos de azufre que, en parte, se convierten en un foco de mal olor. Y este mal olor se puede apreciar especialmente por las mañanas. Cuando está especialmente indicado saber cómo limpiar la lengua.

El paso a paso para limpiar la lengua con un limpiador a modo de rastrillo es sencillo:

  • Pasaremos primero un par de veces o tres parte con más resalto sobre el dorso de la lengua en la zona central. Aclarando con agua para ir retirando la suciedad después de cada movimiento.
  • Con la parte con menos resalto, a veces se usa la misma parte del limpiador, se aplicará el mismo movimiento suave en las dos zonas laterales del dorso de la lengua. Aclarando con agua siempre después de cada movimiento.

Este hábito está especialmente indicado para todas las mañanas, justo antes de cepillarnos l0s dientes y usar de forma complementaria el enjuague bucal, que también ayuda a cuidar de nuestro aliento. Asimismo, también se recomienda el uso habitual del hilo dental para retirar restos de alimentos de entre los dientes y de las encías, algo que a menudo también genera halitosis.